Cuando hablamos de enfermedades, la mayoría de las personas entendemos su significado, pero a veces enfrentarlas o aceptar su presencia puede ser difícil. Sin embargo, ¿todos comprendemos qué implican los cuidados paliativos?
Estas palabras son desconocidas para muchas personas hasta que se ven confrontadas con la situación de un familiar o ser querido. Representan una rama de la enfermería que, a pesar de su gran impacto en la calidad de vida de personas con enfermedades graves, es poco conocida y merece nuestra atención.
¿Qué son los cuidados paliativos?
Los cuidados paliativos están destinados especialmente a personas con enfermedades graves o avanzadas, con el objetivo de ayudar a prevenir o tratar los síntomas y efectos secundarios del tratamiento. No podemos pasar por alto la salud mental, ya que atraviesan un torbellino de emociones y sentimientos durante este proceso, que también son cruciales de abordar.
Estos cuidados pueden ofrecerse a personas con enfermedades como el cáncer, enfermedad cardíaca, enfermedad respiratoria, insuficiencia renal, demencia, VIH/Sida y ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica).
Los profesionales que pueden proporcionar estos cuidados son médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, nutricionistas, psicólogos, fisioterapeutas y trabajadoras sociales.
Esta atención puede ser recibida en centros de día, centros residenciales, hospitales y en los domicilios.
Cuidados paliativos versus cuidados del paciente terminal
Ambos tipos de cuidados proporcionan bienestar al paciente. La diferencia radica en que los cuidados paliativos pueden iniciarse desde el momento del diagnóstico, al mismo tiempo que se inicia el tratamiento. En contraste, los cuidados del paciente terminal comienzan una vez suspendido el tratamiento, ya que este no será efectivo.
¿Cómo se sienten las personas que los reciben?
Es difícil comprender completamente cómo se sienten las personas en esta situación. ¿Podemos orientarnos a través de testimonios de quienes han vivido este proceso y han compartido sus experiencias, sentimientos y pensamientos? Soy de la opinión de que hasta que no lo vivimos en primera persona, es complicado entenderlo con exactitud, por lo que es necesario destacar este punto.
Las personas pueden experimentar dolor físico, dificultades para dormir o respirar, y pérdida de apetito. Para abordar estos síntomas, es esencial incluir medicamentos, orientación nutricional, fisioterapia y terapia ocupacional o integradora. Además, pueden enfrentarse a síntomas emocionales al lidiar con la realidad, como ansiedad, estrés, desesperanza o depresión. Es importante que la familia participe en todas las actividades que sea posible para potenciar la eficacia de los cuidados, lo que aumenta las probabilidades de éxito. Estas actividades pueden incluir asesoramiento, grupos de apoyo, reuniones familiares y consultas con profesionales de la salud mental.
En conclusión, los cuidados paliativos están destinados a personas con problemas de salud avanzados que requieren atención especializada debido a su fragilidad. Los profesionales cuentan con las herramientas necesarias para cumplir este propósito, siempre respetando las decisiones de la persona protagonista. Cabe resaltar que el principio y el final de la vida son etapas naturales llenas de confort que merecen ser respetadas. Cuidar es, en última instancia, tocar el espíritu a través del cuerpo.
Anna Case
Auxiliar de clínica del Centre residencial Dovela