¿Se puede poner en práctica la atención centrada en la persona (ACP) en un centro con pocos recursos?
ACP, Atención Centrada en la Persona, un concepto muy escuchado desde hace un tiempo, pero ... ¿Qué es realmente la ACP-atención centrada en la persona? ¿Se puede poner en práctica en todos los Centros? Resolvemos dudas en este artículo.
Desde mi punto de vista la ACP es sencillamente observar y tener en cuenta a la persona que acompañamos en nuestro día a día; ya sea en un Centro Residencial, en un Centro de Día o realizando un servicio a domicilio. Lo único que hace falta es escuchar, y no sólo con los oídos a la persona que tienes delante; ¿Qué necesita? ¿Cómo podría estar mejor? Esta y otras preguntas son las que nosotras como "cuidadores acompañantes" deberíamos hacer constantemente, y así de manera natural seríamos expertos en ACP.
Siempre he pensado, como profesional de la salud que soy, que la ACP debe nacer de uno mismo, dentro, es aquella intuición que tienes por tener cuidado de otra persona, como cuando la madre nos acaricia cuando somos bebés y sus manos en nuestra barriga nos curan todos los males.
Si trabajas en un centro y "escuchas" a las personas que tienes delante te das cuenta de las pequeñas cosas que la otra persona necesita para sentirse bien atendido, y estas pequeñas cosas son las que determinan que estés trabajando en base el modelo ACP, por lo tanto la pregunta del titular queda contestada automáticamente, porque sí, se puede trabajar en atención centrada en la persona con pocos recursos porque no es un tema de cantidad sino que es un tema de calidad y es evidente que una vez hecho esto podemos sacar matices; cuanto más tiempo y más manos tengas, por tanto, cuantos más recursos, tanto humanos como materiales, más calidad de vida podrás dar a las personas que te rodean, pero con poco tiempo y pocos recursos también puedes trabajar en atención centrada en la persona.
Muchas veces es más un tema de organización que de falta de recursos. Antes de entrar a una habitación para ayudar a la persona a levantarse, ducharse, vestirse, etc... mentalmente ya se tiene que estar pensando en esa persona, ¿quién es? ¿Cómo le gusta el agua de la ducha? ¿Qué ropa le gusta más? ... y preguntarse mucho. Cuando tú preguntas las cosas, la otra persona se siente importante y sobre todo que la tienes en cuenta y eso hace que se genere un vínculo de confianza entre ella y tú y la persona se muestra tranquila, esto es ACP porque te estás centrando en esa persona, hábitos, costumbres... y esto lo puedes hacer tanto si tienes muchos recursos como si no tienes porque es un tema de cómo tratas esa persona; ¿te das cuenta de si te está entendiendo lo que le dices?... ¿le hablas con un tono de voz tranquilo y mirando a los ojos?... ¿las movilizaciones las haces con cuidado?... ¿te fijas con su expresión de la cara al movilizarla si la persona no puede hablar? ¿le has dado el pañuelo que necesita?... ¿o el bolso que quiere llevar? ¿o el bastón? ¿lleva las gafas limpias?... estas y muchas otras preguntas son las que nos deberíamos hacer al salir de la habitación con la persona. Y para cada persona son preguntas diferentes porque cada persona es única y tiene necesidades y costumbres diferentes.
La atención centrada en la persona no es difícil, la ACP es una manera de funcionar, de acompañar y con los años he ido observando que sí se puede enseñar porque muchas veces es porque sencillamente no nos habíamos fijado o no habíamos prestado atención y cuando demuestras que la ACP funciona cambias el paradigma de "cuidar" y entonces todo es más fácil.
Debemos tener en cuenta que las personas que van a un centro residencial es porque necesitan alguna ayuda, bien física o bien mental, pero no pueden vivir solas completamente, necesitan una persona que les haga de guía, de apoyo y si esto lo integramos todas las personas profesionales que acompañamos a personas, el concepto social de las residencias y centros de día cambiaría completamente.
Una de las cosas más gratificantes de trabajar en personas y para personas es que cada día es diferente porque cada persona es diferente y eso hace que no puedas aburrirte en tu puesto de trabajo, buscar soluciones para el bienestar de esa persona, poner una banqueta en las piernas para que la persona esté más cómoda, o una almohada, o simplemente saludarla cada vez que te cruzas, preguntarle cómo está hoy, cómo ha ido la comida, la visita con su familiar, etc.
La ACP, el modelo de atención centrada en la persona pues, se puede poner en práctica en cualquier condición, con muchos recursos y con pocos recursos; con tiempo o sin tiempo, porque como he dicho anteriormente es más bien una cuestión del CÓMO y no del QUÉ.
Maite Ferré
Directora del centro residencial Colònia Güell de Sta. Coloma de Cervelló