La estimulación cognitiva tiene como objetivo conservar la capacidad intelectual y mostrar estrategias y acciones que permitan ralentizar y compensar los cambios en el procesamiento mental que se produce debido al aumento de la edad.


La pandemia, y especialmente los meses de confinamiento, han perjudicado las personas con Alzheimer y demencia y han puesto de relieve la importancia de tratar esta enfermedad. Con las personas confinadas en casa, sin poder ir a los centros de día ni participar en las terapias de estimulación cognitiva debido a la crisis sanitaria, las familias y las personas especialistas han comprobado como este trastorno neurológico progresivo ha acelerado.
Se ha comprobado que el programa terapéutico como el conjunto de actividades no farmacológicas ralentizan el deterioro de las personas mayores y personas con demencia.


La estimulación cognitiva es el conjunto de actividades destinadas a mejorar y / o mantener las capacidades cognitivas (por ejemplo: memoria, expresión verbal, percepción visual, cálculo, razonamiento ....) de una persona a lo largo del tiempo.


La estimulación cognitiva es una intervención terapéutica que no sólo ayuda a ralentizar la progresión del deterioro en las personas con diagnóstico de demencia sino también a las personas mayores por los efectos del paso del tiempo, lo que llamamos "envejecimiento asociado a la edad" .


Todos estos ejercicios tienen un doble objetivo: evitar la desconexión del entorno, fortalecer las relaciones sociales y potenciar la autoestima.


Las sesiones de estimulación cognitiva tienen una duración aproximada de 50/60 minutos y se pueden hacer con la asiduidad que queramos (2/3 veces a la semana). Las tareas siempre se inician con ejercicios de orientación seguidas de tareas con diferente grado de dificultad (memoria, cálculo, lectura, escritura, razonamiento ...).


Los principios básicos de intervención son:

  • PACIENCIA
  • COMPRENSIÓN
  • ADAPTACIÓN
  • FLEXIBILIDAD

Como cualquier entrenamiento, todo depende de la constancia y de la voluntad que le pongamos, sin olvidar que todas las actividades que realizamos deben contener una buena dosis de HUMOR, ya que todo lo que hacemos con humor se recuerda más fácilmente, además además nos aseguramos la motivación para la siguiente sesión.


Mari Carmen Roldan Jimenez, psicóloga del centro de día Primero de Mayo del Prat de Llobregat