El modelo de atención centrado en la persona, se trabaja teniendo presente el principio ético que lo fundamenta y que guía el trabajo de todo: el respeto a la dignidad de la persona entendida como que cada persona es diferente y tiene su manera de vivir.

El enfoque de nuestro trabajo profesional en los centros de Suara es:

La persona es el eje vertebrador

La persona es el eje vertebrador y la razón de ser del servicio, por lo tanto, los centros residenciales se estructuran de manera que la persona y sus familiares participan en todas las decisiones que les afectan, desde el pre-ingreso a la baja del centro residencial, tanto en la forma de recibir la atención como en la dinámica funcional y en su entorno.

La vida cotidiana en el centro del arrecife la persona

A partir de los deseos de la persona organizamos la vida cotidiana del centro residencial con diferentes franjas horarias para realizar las comidas y la higiene personal, las actividades, recibir visitas, etc, para que la persona pueda vivir según su estilo de vida.

Las actividades de vida diaria son el eje central

El servicios que se ofrecen giran en torno a las actividades de vida diaria de cada una de las personas que atendemos y no alrededor del sistema organizativo, esto quiere decir que la organización de las tareas y los horarios del centro residencial los adaptan a los ritmos y las necesidades de cada momento.

Respetuosos con los derechos y la dignidad de la persona

Respetamos los derechos de las personas mayores porque son los mismos que cualquier otro grupo de edad y son tratados respetando su dignidad, de ahí que toda la atención que damos esta enfocada a partir de las capacidades que tiene la persona, independientemente de su grado de autonomía o capacidad cognitiva.

Situamos la mirada en las capacidades de la persona

Reconocemos las capacidades de la persona aunque éstas estén preservadas porque nos ayuda a construir a partir de lo que tenemos y no a partir de lo que ya no está, así todas las actividades que se proponen están pensadas desde el que la persona puede hacer.

Los soportes son personalizados

Los soportes que ofrecemos, recursos, horarios, etc. están personalizados, para que la persona se sienta más segura y le de bienestar.

Facilitamos las relaciones

Cuidamos que la persona continúe manteniendo su estilo de vida; relaciones con los amigos, con su entorno, por lo que ofrecemos espacios de relación en el propio centro residencial, en el barrio o incorporando nuevas tecnologías si se debe relacionar con alguna persona que no se puede desplazar.

Garantizamos los principios éticos

Los profesionales están formados en ética y participan en los espacios de reflexión ética. Así garantizamos la incorporación de la perspectiva ética en la práctica cotidiana en la atención a las personas mayores. Estos espacios nos facilitan elementos para el análisis, la reflexión y la toma de decisiones ante situaciones éticamente problemáticas.

Colaboramos con las familias

La familia tiene un papel muy importante, es el apoyo que siempre ha tenido la persona y que cuando entra a vivir en el centro residencial la familia tiene la opción de seguir de cerca su cuidado, si así lo desea la persona, y continuar el vínculo que tenían. En el caso de las personas con deterioro cognitivo grave, es la familia y / o la persona que conoce sus rutinas, sus preferencias, y sus valores que la seguirá de cerca.

Diseñamos con y para todos

Las personas atendidas y la familia, en el caso de personas con grave deterioro cognitivo, participan en el diseño del espacio expresando sus intereses para que todas las personas puedan utilizar independientemente de su capacidad.

Somos Transparentes

La información que damos es clara y completa en relación a la atención, a los servicios que ofrecemos, en los comunicados a la familia. Es fiable, actualizada y disponible a través de las herramientas de comunicación de que disponemos por ejemplo App de información a las familias. Las personas atendidas y / o sus familiares están informados con suficiente antelación de cualquier cambio que afecta al servicio que reciben.

Trabajo en red

Realizamos la coordinación entre los profesionales del centro residencial y aquellos profesionales que participan el plan de atención de la persona; profesionales de la salud, trabajador / a sociales de referencia, etc.
La ACP parte del reconocimiento de la dignidad de la persona. Darle un trato digno significa que nuestras atenciones a los centros se concentran en su bienestar físico y emocional, el respeto y apoyo a las propias decisiones y preferencias en relación a su cuidado y vida cotidiana, la protección y garantía de la intimidad y privacidad, el cuidado de la salud y la imagen personal, la promoción de la independencia desde la creación de entornos físicos y sociales facilitadores, el respeto a la edad adulta, etc.

Los centros de Suara ofrecen una atención integral y de alta calidad de vida en cada una de las personas que viven, acompañándolas desde el respeto y la dignidad. Es la importancia de vivir como en casa.