Cómo prevenir los accidentes en el hogar?

Las tasas de morbilidad de accidentes en el hogar entre las personas mayores han aumentado considerablemente en los últimos años, hasta llegar a ser la quinta causa de muerte entre las personas mayores. La información sobre riesgos y la disposición de los elementos en el hogar son herramientas efectivas para su prevención.

Las personas mayores de 65 años están particularmente en riesgo de sufrir accidentes domésticos. Los contratiempos más habituales son las caídas, las intoxicaciones y las quemaduras. Sin embargo no hay que dejar de lado otros accidentes como los atragantamientos y las asfixias, las electrocuciones y los incendios. Y, ¿dónde es más habitual tener estos accidentes? Dentro de casa y mientras realizan las actividades de la vida diaria, por situaciones personales tales como pérdida de visión, polimedicación, pérdida de autonomía, dificultades en la marcha y/o deterioro cognitivo. Con todo ello, hay una buena noticia: todos los accidentes en el hogar se pueden prevenir.

¿Qué cosas podemos favorecer en el hogar de la persona mayor para ser un hogar más seguro?

Ofrecemos a continuación algunas recomendaciones que harán que el hogar sea menos propenso a los accidentes domésticos, sea más cómodo y también más adaptado a las capacidades actuales de la persona mayor de 65 años.

La cocina
El suelo debe estar en buen estado, seco y limpio, y es más seguro si instalamos un suelo antideslizante. Los utensilios que utilizamos de forma habitual los debemos tener al alcance. Es útil también disponer de detectores de humo o fugas de gas.

El baño
Se recomienda sustituir la bañera por el plato de ducha e instalar un suelo antideslizante. Resulta muy útil colocar barras de apoyo en la bañera, el lavabo y el inodoro. Hacer más alto del inodoro disminuye los esfuerzos en sentarse / levantarse y evita riesgos de deslizamientos o caídas.

El dormitorio
Debemos evitar estancias muy cargadas de mobiliario y decoraciones. La distribución de los muebles debe permitir los desplazamientos con el andador, bastón o muletas, así como el paso de sillas de ruedas. La altura de la cama debe adecuarse a las necesidades de la persona mayor y el colchón no debe hundirse. En el armario, la ropa debe estar accesible y los utensilios de mesa, lámparas .., deben estar a una altura y accesibilidad adecuadas a las capacidades personales.

Los muebles
Es recomendable que el mobiliario sea escaso, especialmente en zonas de paso y en las estancias más utilizadas. Sin embargo es preferible prescindir de alfombras y esteras, porque pueden provocar tropezones. Las sillas, sillones y sofás deben ser firmes, no hundirse, tener reposabrazos y una altura adecuada a la medida de la persona mayor. El desorden puede provocar caídas.

La iluminación
Se aconseja que la luz sea amplia e indirecta en todas las áreas y que no provoquen brillos. Resulta útil tener una lámpara piloto encendido durante la noche en estancias y lugares de paso que facilite ver mejor en los desplazamientos. Los interruptores de la luz deben estar a una altura que facilite llegar y para ayudar a su localización se recomienda que sean de un color que contraste con el de la pared y/o se pueden poner adhesivos luminosos que se vean en la oscuridad.

Las ventanas y puertas
Es mejor que sean de corrimiento para evitar accidentes cuando se abren hacia dentro o hacer demasiada fuerza física al abrirlas. Los pomos de las puertas deben tener formas accesibles y ser anchos para facilitar el paso con sillas de ruedas, andadores ... Si las puertas del baño tienen cierre de seguridad, se recomienda que se puedan abrir desde el exterior.

Cabe decir que hacer estas adaptaciones puede resultar muy costoso, pero las administraciones públicas ofrecen ayudas y subvenciones para que sea posible llevarlas a cabo. Puede informarse a través de su Ayuntamiento.