¿Qué es la demencia?

La demencia es la pérdida o debilitamiento de las facultades mentales, el deterioro en la memoria. La demencia, que generalmente es progresiva, puede ser debida a la edad o a una enfermedad y se caracteriza por alteraciones en la memoria y algún otro trastorno, como en la conducta o el carácter, el lenguaje, el reconocimiento de objetos, el control voluntario del movimiento, la ejecución de distintas tareas, como la planificación, organización, etc.

Este tipo de enfermedad cognitiva es una de las más duras que pueda afrontar una persona, tanto la persona que la padece como su cuidador se enfrentan a distintas barreras para las que hay que estar preparados.

El alzhéimer es la causa más común de la demencia con más de 1,2 millones de personas diagnosticadas. Más entre un 30 y un 40% de población estimada que la sufren pero no están diagnosticados. En la fase precoz de esta enfermedad es difícil su diagnóstico. 

Es importante para los cuidadores intentar reconocer las fases de la demencia y así poder diagnosticarla lo antes posible.

La demencia afecta a las actividades cotidianas, de aquí que se necesite de soporte muchas veces externo, como el servicio de ayuda a domicilio que ofrece Suara.

Los problemas cognitivos de la demencia

Cuando alguna persona tiene problemas cognitivos, de demencia o en la conducta a causa del mal funcionamiento del cerebro, existen ayudas que nos permiten llevar a cabo una vida lo más autónoma posible. A continuación, os proponemos algunas pautas que pueden ser útiles para las personas con estos problemas y sus familiares y/o cuidadores por tipos de trastorno:

Problemas en la comunicación

  • Utilizar frases cortas y simples
  • No dar mucha información en una misma intervención. Indicar lo que queremos que haga paso a paso. 
  • Mirar a los ojos cuando se habla y mantener la mirada. El contacto físico cálido también es muy importante.
  • Utilizar gestos para apoyar lo que se está diciendo
  • No pasar de un tema a otro rápidamente ni de imprevisto
  • Repetir el mensaje dado
  • Realizar preguntas simples y a poder ser cerradas, que la respuesta no sea muy larga
  • Transmitir el mensaje de forma tranquila, sencilla y calmada
  • Preguntarle directamente si ha entendido nuestro mensaje
  • Premiar el esfuerzo de la persona enfrente del resultado final

Problemas de orientación

  • Crear un calendario grande y bien visible para que la persona pueda situarse en el tiempo. Podemos trabajar con la persona el día de la semana, mes y año al cual estamos diariamente. O recordar por ejemplo la estación en la que estamos. 
  • Poner indicadores en las puertas de las habitaciones más principales, de los objetos que más se utilicen, de los cajones que se abren más frecuentemente, etc.
  • Colocar un reloj grande y visible de pared, nos podrá a ayudar para recordar a la persona y preguntar en qué parte del día nos encontramos y/o la hora.
  • Crear rutinas diarias ayuda en la orientación de la persona.

Problemas de atención

  • Ante el cansancio y la fatiga realizar actividades y tareas más sencillas y simples
  • Establecer períodos de descanso durante las actividades que se lleven a cabo
  • Simplificar las instrucciones ante actividades más dificultosas y así poder reducir la cantidad de información que se le da a la persona
  • Reducir estímulos que puedan distraer a la persona, crear ambientes más simples. (Fomentar el silencio, favorecer ambientes con poca gente, evitar la carga de decoración, etc.). Favorecer un entorno sencillo, estable y seguro.
  • Guiar a la persona, recalcar la atención en lo importante, detallando más la información del mensaje que le queremos transmitir, tanto verbalmente como con gestos. 
  • Darle un tiempo suficiente y prudencial (seguramente más del que necesitaría una persona sin este tipo de problemas) para que pueda realizar una tarea o actividad concreta. Las prisas generan más estrés a la persona, y su rendimiento baja.
  • Intentar combinar tareas difíciles con tareas más sencillas. Esto hará mantener más el interés y atención de la persona, y hará que no se canse tanto.
  • Establecer prioridades. No podremos resolver todos los problemas, así que escojamos aquellos que harán potenciar la autonomía de la persona.
  • Fomentar actividades que le gustan y conozcan frente a las que no.

Problemas de memoria

  • Utilizar ayudas externas, como por ejemplo, la agenda para apuntar citas, realizar listas para la compra o tareas pendientes, calendario para fiestas y aniversarios, etc. Estas ayudas si se trabajan diariamente con la persona, terminarán convirtiéndose en un hábito. 
  • Intentar agrupar la información, o dar la información en forma de juego para facilitar su aprendizaje.
  • Dejar y poner las cosas que se utilizan habitualmente en el mismo lugar y no cambiarlas de sitio.