Las residentes de Colonia Güell han realizado una salida muy especial al pueblo, para disfrutar del ambiente navideño.
Hasta ahora, cada año se hacía una salida al mercado de Santa Llúcia. Este año no se consiguió ningún autocar adaptado para aquellas fechas, y después de la experiencia de usar el transporte público para ir a la ciudad, con todas las barreras arquitectónicas que esto supone, decidimos cambiar nuestro destino y visitar nuestro pueblo, la Colonia Güell.
Lo primero que había que decidir era qué personas residentes querían venir, así que entre el equipo técnico se fue haciendo explicación de lo que queríamos hacer para saber las personas que querían animarse a hacer la salida. Por otro lado, también se pidió la colaboración de las familias que podían y querían acompañarnos para ayudarnos durante la visita, ya que la Colonia es muy bonita, pero está llena de subidas y bajadas. Nos teníamos que preparar bien para que todo el mundo tuviera la opción de sentarse en una silla de ruedas si se cansaba.
Finalmente, fueron 42 personas de 67 las que dijeron que sí, y el día 29 de diciembre a las 9:30 h en punto estábamos preparadas para iniciar la aventura cerca de casa. Muy abrigados y con mucha ilusión salimos de la residencia, hacia el Bar Lokascas, que es el bar del campo de fútbol de la escuela de la Colonia Güell.
Allí Montse, propietaria del bar y exfamiliar de la Residencia, nos preparó un delicioso chocolate con churros que nos comimos rápidamente para entrar en calor. Mientras almorzábamos iban saliendo anécdotas de excursiones pasadas, también de cómo vivíamos las Navidades hace años. Es un buen momento para hacer vínculos entre las familias que a menudo se saludan por el centro, pero no tienen tiempo de charlar para conocerse algo más.
Ya con la barriga llena y caliente, iniciamos el trayecto hasta la Colonia Güell. Allí nos esperaba Xavi, el marido de nuestra administrativa, Yolanda. Xavi nació en la Colonia, y los dos viven allí desde hace años. Quien mejor que él para hacernos la visita a la Cripta y al pueblo. Nos explicó muchas anécdotas de Güell y Gaudí, también nos explicó cómo se las ingenió Gaudí para construir la Cripta sin planos y nos mostró fotografías originales de los proyectos que hacía en Gaudí a su taller. Entendimos el porqué de las columnas torcidas, el significado de los quebradizos de las ventanas y el material que usaba para construir, y llegamos a la conclusión que el arquitecto Gaudí era un genio y una de las primeras personas que recicló material: las rejas de las ventanas están hechas a partir de unas piezas de los telares de la fábrica de algodón de Güell, y los hierros de los bancos de madera de la iglesia provenían de las antiguas bobinas de algodón. Y así, inmersos en las curiosidades de la Cripta, fuimos a dar una vuelta por el pueblo, descubrimos las escuelas, la casa del secretario del ayuntamiento, la guardería, que permitía que las mujeres, que eran mano de obra barata, pudieran continuar trabajando, etc.
Una vez acabada la visita, volvimos hacia casa donde nos esperaban para comer. Gracias, Xavi, por esta visita tan entrañable y gracias a las familias que colaboraron. ¡Lo volveremos a hacer!