Maite Ferré, directora del Centro Residencial Colònia Güell, hizo una conferencia sobre la Atención Centrada en la Persona (ACP) a las Direcciones de Residencias Públicas el pasado lunes 9 de mayo. La ACP es el modelo de atención que desde hace unos años se quiere implementar en todos los centros residenciales. Este modelo se basa concretamente en generar bienestar en las personas atendidas desde las cosas más cotidianas, desde los vínculos con otras personas, manteniendo la identidad que nos hace únicos, estableciendo relaciones sanas, el hecho de estar interesada u ocupada en alguna cosa que gusta, sentir que formas parte de un grupo y que has sido tenido en cuenta dentro de este grupo.
Estos son rasgos de un modelo asistencial que debería surgir de forma natural porque son características que todo ser humano necesita para ser lo más feliz posible. El hecho de vivir en un centro no implica que deba haber carencias en alguna de estas características, pero desgraciadamente a veces lo más extraordinario es hacer extraordinario lo más simple. Y es que cuando formas parte de una organización, los protocolos y las rutinas hacen olvidar lo que es realmente importante. Por este motivo, es básico recordar y formar a todas las direcciones de acuerdo a este modelo, para conseguir que las personas que atendemos sean el máximo de felices posible.
La pandemia llegó de golpe y de manera muy intensa, y esto provocó una ruptura de arriba a abajo en este modelo de atención. Provocó que tuviéramos que centrarnos únicamente en la ausencia de la enfermedad, creando dolencias emocionales irreparables en las personas atendidas. Aquella situación nos ha de servir para volver a emprender la ACP. Y no de una forma protocolaria, sino con una mirada sincera y viviendo la pandemia como la oportunidad para hacer crecer los centros en esta manera de hacer, en la que se pone inevitablemente y de manera natural a la persona atendida en el centro de nuestra atención.
Hemos de contar con las personas atendidas para las máximas decisiones que se toman en relación a ellas: qué quiere ponerse de ropa por la mañana, a qué hora quiere levantarse, a qué hora quiere ir a dormir, observar si está cómoda con la persona que comparte habitación, reorganizar diariamente cosas cotidianas. Hemos de entender que ellas estan 24 horas en el centro y nosotras no, de manera que nuestro hacer repercute directamente e indirectamente sobre ellas, y de una forma muy rápida. Hemos de ser conscientes de que es más importante dar valor al cómo que al qué, sólo así podremos decir que estamos trabajando sobre los principios básicos de la ACP.
Ya es hora de que se rompan los mitos de que sin recursos no se puede hacer una buena ACP, esto no es cierto. Las familias en casa acostumbran a tener aún menos recursos e instintivamente aplican la ACP, y es esto lo que se tiene que conseguir en los equipos de residencias. La Generalitat ha puesto el foco en este sentido para hacer evidente esta metodología en todos sus centros.
La conferencia fue muy inspiradora para las participantes, ya que Maite, desde su experiencia personal, pudo demostrar que si se quiere se puede, sólo es cuestión de empatizar (de una forma real) con las personas a las que atendemos, y utilizar la creatividad de todo el equipo para obtener aquello que hará más feliz a la persona. Hemos de ser críticos con nuestras organizaciones para evolucionar y adaptarnos constantemente a los cambios.