Cuidarse para “hacerse mayor”.

Llegar a la vejez con posibilidades de hacer deporte, tener una salud excelente y disfrutar de un alto nivel de bienestar, es más que posible. Los siguientes consejos los podemos poner en práctica en etapas previas de la vejez. Envejecer de una manera saludable es la clave, y no supone ninguna lucha contra la naturaleza, sino que se tiene que ser capaz de modificar la conducta y tener en cuenta variables de salud biológica, psicológica y social para poder adaptarse con éxito a los cambios que se presentan a lo largo del ciclo vital. Con constancia y motivación, podemos llegar al envejecimiento saludable si convergen las tres circunstancias siguientes:

  • Baja probabilidad de desarrollar enfermedades o incapacidades en el proceso de envejecimiento (disminución de los factores de riesgo desde ya otros etapas más tempranas: evitar consumo alcohol y drogas entre los jóvenes, cura de la alimentación en todas las etapas, cura del estrés laboral en la etapa de adulta y evitar el sedentarismo, entre otros).
  • Elevada capacidad funcional (mantenimiento de las funciones cognitivas y físicas, sobre todo para la etapa adulta).
  • Compromiso activo con el cuidado emocional, psicológico y social en todas las etapas (mantenimiento de unas óptimas relaciones interpersonales y de la actividad productiva, atención a la propia salud emocional...).

Además, algunos consejos facilitadores de estas circunstancias, son:

  1. Mantener la actividad física necesaria para la vida en sociedad. Mantenerse activo a lo largo del ciclo vital (en adolescencia y la juventud, participar de deportes, no pasarse mucho rato frente la televisión; en la edad adulta, andar, ir al gimnasio o no llevar una vida sedentaria) facilita un envejecimiento cardio-saludable. Aun así mantenerse activo ayuda a la reducción de la hipertensión, la mejora de la regulación de la glucosa – y por tanto de la diabetes-, y esto facilitará que en la vejez podamos hacer más fácilmente una actividad física regular.
  2. Mantener una composición corporal saludable: la grasa, los músculos y los huesos. Si a lo largo de la vida manteníamos una alimentación correcta y una práctica habitual de ejercicio físico, estamos colaborando en el mantenimiento de una composición corporal saludable que facilitará el ejercicio físico en la vejez. Así, en las etapas adolescentes tenemos que evitar el consumo por ejemplo de demasiado bollería, la mala alimentación en la juventud y la edad adulta. Tanto en los jóvenes como en la gente mayor, el sobrepeso y la obesidad están asociados al riesgo de sufrir diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, alteraciones del sueño, problemas de movilidad y una mayor posibilidad de sufrir discapacidades cuando somos viejos. Tenemos que cuidar nuestro cuerpo con la alimentación: hay que seguir una dieta correcta (con suficiente calcio y vitaminas), limitar el consumo de determinados alimentos no beneficiosos y tomar el sol de manera prudente (5-10 minutos en el día). Con el paso de los años, la cantidad de músculo tiende a disminuir de manera natural y como consecuencia del desuso y la inactividad. Una pérdida importante de masa muscular suele comportar, entre otros factores, la pérdida de capacidad física e independencia en la vejez. Es importante aun así tener cura de la propia imagen personal y el propio cuerpo, dar una buena imagen personal hace sentirse cómodo con uno mismo y es una buena medida por el buen autoconcepto y buena autoestima, factor que como hemos visto con el caso presentado facilita también que tengamos confianza en las propias capacidades al llegar a la etapa de la vejez.
  3. Adecuar la nutrición. Debido al paso de los años y sobre todo a la pérdida de masa muscular, que como hemos visto se acelera en la edad adulta, se produce una reducción del metabolismo basal. Esto hace que en etapas más jóvenes (adolescencia y juventud) debamos tener una ingesta energética superior para que, también dada la mayor actividad, nuestro metabolismo sea más fuerte que en las personas mayores, donde la reducción de actividad, necesita reducir ingesta. Siempre debemos tener en cuenta la actividad a lo largo de la vida y que la ingesta dé garantía en cada momento vital el correcto aporte de todos los micronutrientes necesarios. En etapas adultas y de vejez, por ejemplo, es también recomendable una dieta baja en sal, con poca cantidad de grasas especialmente saturadas, a la vez que equilibrada. Por último, es importante recordar que es necesario beber suficiente líquido a lo largo de toda la vida, principalmente agua.
  4. Prevenir el declive de la función mental. Funciones cognitivas como por ejemplo la velocidad del procesamiento de la información y la memoria a corto y largo plazo muestran una bajada progresiva con la edad. Este descenso en la capacidad cognitiva acostumbra a ir asociado a cambios en la estructura y la funcionalidad del cerebro que se pueden reducir gracias a la actividad física regular, que a veces ayudará a la actividad física en la vejez. El ejercicio regular a lo largo de la vida, conjuntamente con una correcta nutrición, son dos de las acciones que más positivamente influyen en el envejecimiento saludable del cerebro.
  5. Mantener una actitud positiva ante la vida. Mantener a raya el estrés durante la etapa adulta laboral, vivir las diferentes etapas y tránsitos vitales, situaciones de pérdida o cambios, con actitud constructiva y positiva, alejadas de estados de ansiedad o depresión, ayudan a envejecer de forma activa y saludable. También el mantenimiento de la autonomía, la autoaceptación de los cambios y el hecho de envejecer en la edad adulta y la investigación de adaptaciones positivas, las relaciones satisfactorias con los otros a lo largo del ciclo vital, el mantenimiento de objetivos e hitos en la vida y el apoderamiento personal, ayudan al envejecimiento activo y saludable.

Envejecer implica cambios en todos los ámbitos de la vida, desde el físico hasta el mental, pasando por el social, el emocional y el sexual, entre otros. Algunos de estos cambios pueden considerarse positivos y otros negativos. El reto consiste a aprovechar al máximo las partes buenas de envejecer mientras se toman medidas proactivas para mantener la salud y minimizar los aspectos negativos.

Te invitamos a descargarte las 10 recomendaciones para un envejecimiento saludable y a compartirlo con los tuyos.⬇️

 10 recomanacions per envellir saludablement